Binomio,
todo trae su ángel y su demonio.
Dividido territorio,
vivo entre el amor y el odio.
Ven a mis noches de insomnio
frente a otro folio,
un nuevo espisodio
a vida o muerte en mi escritorio.
Es verdad que los contrarios se complementan,
que unos son felices y otros se lamentan,
que no encuentran su lugar en esta vida insípida
de soles en estampida y lunas gélidas.
Es asombroso ver como el binomio humilla al poderoso
y otorga al débil la fuerza de cien colosos.
Por eso lo admiro,
él nos llena de sentido
cuando cura a los heridos
y despierta a los dormidos.
Así de forma súbita
la maldad es bendita,
la fealdad bonita
y el silencio grita fuerte.
Binomio es el beso que sabe a muerte,
el golpe (pero de suerte),
el paso para perderte
y la inercia para encontrarte.
Cerrar los ojos y así verte.
Hell is here. Enero 2008.