Cuando me sentí cansado de parir obras que eran sólo espejo de mis egos, abandoné durante dos años el arte. Al olvidarme de mí mismo, me cayó encima el dolor del mundo. Envueltos en su laboratorio acontecer, no siendo sino pareciendo, los ciudadanos, como yo, habían perdido la alegría de vivir. Amortiguados por drogas, café, tabaco, alcohol, azúcar, exceso de carne, desengañados de la política, la religión, la ciencia, la economía, las guerras patrióticas, la cultura, la familia, tristes animales sin finalidad con máscaras de satisfechos, que poco a poco íbamos evenenando. La enfermedad de nuestra sociedad era profunda.
Un antiguo cuento chino me sacó del abismo:
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Gracias, Luci, por ayudarme a que saliera este trabajo. :)
Escrito por Xabier a las 7 de Febrero 2008 a las 08:00 PM*-* Hermoso y gran cuento
Escrito por Coy a las 15 de Octubre 2010 a las 06:03 AMQue buen mensaje y que buen dibujo el tuyo n.n
Escrito por Melkaia a las 2 de Noviembre 2010 a las 07:14 PM