Voy adentro de mí mismo,
a ver dónde narices se ha escondido el amor.
Llegué hasta el corazón y éste me dijo:
''¿A quien engañas, chico? Quítame las telarañas.
Escucha mis latidos porque son la voz más sabia
y olvida la razón porque me lleva la contraria.''
¡Ciao! ¡Te digo adiós, me voy! ¡Hasta la vista!
Últimamente sólo le sonrío al dentista.
No es que me guste estar triste,
pero es que los sueños están hechos de un material tan sensible...
Siga las flechas amarillas, señor Quincampoix. Julio 2007.
No recuerdo cuándo dejé de hacer esto por tí y cuándo me dí cuenta de que lo hacía por mí mismo.
Escrito por Xabier a las 31 de Julio 2007 a las 08:00 PMVeo que conoces a Shinoflow, tenéis un estilo parecido en diferentes artes.
Me encantó la frase del final ;)