XMP

So come on now, open wide, open up now.
Don't you think it's time
to look back at that boy on his way to school?
Such a heavy heart, such a heavy jewel hiding something that one day he'll sell.
But now if no one shows, no one tells a thing, no.

So come on love, open wide, open up now.
Don't you think it's time?

Now after all these years you are at last opening was it worth all that war just to win.
So caught up in the speed of the days in your sin.
Don't forget how the story begins, no.
Don't forget now.

Now I'm seeing all your lovers and enemies.
They've been turining their keys so full of need.
All trying to see that sure you keep.
What makes it shine, what makes it mine...
But I don't care.

Just come on now, open wide.
Open up now.
There's so much love for what you'll find.

But what will you find?

Now after all these years you are at last opening
Was it worth all that war just to win.

If it was can you take me back to where it begins.
Come and take me back to where it begins.
Come and take me back to where it begins.
Come on, open wide and let some light in.

Él y el otro hablaban por el pasillo dirigiéndose a la clase de Lengua del Bordona. Mientras tanto, ella subía ilusionada por las escaleras hasta la cuarta planta.
Justo antes de entrar en clase, el otro, cuyo mejor amigo era él, le alertó de que ella estaba ahí. Estaba allí subiendo el último escalón y buscándole con la mirada. El otro sabía que era ella, aunque no la conocía en persona. Era ella, la chica pelirroja con la que él llevaba apenas un mes.

Sus miradas coincidieron por primera vez a la una y ocho minutos de un cálido día del mes de Mayo en el rellano de la cuarta planta del instituto Santamarca, calle Puerto Rico, números 34-36, código postal 28016. Tenían 15 años. Entonces ella era más alta que él e incluso que el otro.

Ella sonrió y él se acercó confuso. ''Ven conmigo'', le dijo. ''¿Te vienes?''. Él no supo qué decir, aquella clase era importante. El otro, sin embargo, le dijo: ''No seas idiota'', animándole a que se fuera con ella.

El Bordona cerró la puerta y comenzó a dar la clase. El otro le recriminó no haberse ido con ella. Él le preguntó qué le había parecido físicamente. Ella, mientras, bajaba entristecida las escaleras. ''Tiene la boca enorme'', le dijo. ''Qué hijoputa'', respondió. ''No, hijoputa tú, que estás aquí sentado en una clase horrible del Bordona y no te has ido con ella.''